El que os enseño hoy es un invento mío, de esos que salen según lo que haya en la nevera el día que me decido a hacerlo.
En general, hacer risotto no cuesta mucho tiempo y es bastante fácil y más o menos se sigue siempre la misma preparación. Aquí lo tenéis:
Los ingredientes:
- caldo de verduras
- espinacas frescas
- arroz
- azafrán
- queso parmesano rallado
- vino blanco
- aceite de oliva virgen extra
Cómo se prepara:
Lo primero que se hace es el caldo de verduras. En este caso yo tenía una zanahoria, un diente de ajo, un nabo pequeño, unos puerros pequeños y una cebolla. Se pone todo a cocer con agua y un poco de sal gorda. Tiene que cocer durante al menos 20 minutos (el caldo de verduras es más rápido que el de carne), pero cuanto más rato, mejor.
Mientras se cuece el caldo, se pone un hilo de aceite en una sartén con un diente de ajo y cuando esté caliente y el ajo doradito se echan las espinacas lavadas y se rehogan unos 5 minutos. Las espinacas abultan mucho cuando están crudas, pero una vez en la sartén su volumen se reduce mucho, así que no tengáis miedo de poner bastantes.
Ya se puede añadir el caldo bien caliente, poco a poco, hasta tapar el arroz.
Cuando el arroz esté hecho, se espolvorea con un buen puñado de parmesano rallado y ¡a comer!
Qué risotto más interesante, tiene una pintaza! y además es perfecto para aprovechar restos de nevera, que es lo que me gusta a mí, jajaja. Me ha gustado mucho tu blog.Muy bien
ResponderEliminar