6/2/10

Risotto de espinacas con azafrán

El risotto es una especialidad muy típica sobre todo del norte de Italia, donde se come como primer plato de mil maneras. De hecho, el único límite a los tipos de risotto que se pueden encontrar está en la imaginación del cocinero. Los hay para todos los gustos: con verduras, con quesos, con carne, con setas, más jugosos, más "al dente", más delicados o más fuertes de sabor.
El que os enseño hoy es un invento mío, de esos que salen según lo que haya en la nevera el día que me decido a hacerlo.
En general, hacer risotto no cuesta mucho tiempo y es bastante fácil y más o menos se sigue siempre la misma preparación. Aquí lo tenéis:
Los ingredientes:
- caldo de verduras
- espinacas frescas
- arroz
- azafrán
- queso parmesano rallado
- vino blanco
- aceite de oliva virgen extra
Cómo se prepara:
Lo primero que se hace es el caldo de verduras. En este caso yo tenía una zanahoria, un diente de ajo, un nabo pequeño, unos puerros pequeños y una cebolla. Se pone todo a cocer con agua y un poco de sal gorda. Tiene que cocer durante al menos 20 minutos (el caldo de verduras es más rápido que el de carne), pero cuanto más rato, mejor.
Yo también le añado un ingrediente secreto... se ve en las fotos ¡a ver si alguien adivina qué es!
Mientras se cuece el caldo, se pone un hilo de aceite en una sartén con un diente de ajo y cuando esté caliente y el ajo doradito se echan las espinacas lavadas y se rehogan unos 5 minutos. Las espinacas abultan mucho cuando están crudas, pero una vez en la sartén su volumen se reduce mucho, así que no tengáis miedo de poner bastantes.
Cuando estén más o menos hechas (es suficiente con 5 minutos, porque además se seguirán haciendo con el arroz), se echa el arroz crudo. Yo suelo echar un par de puñados para cada persona.
Se remueve todo con una cuchara de madera y se añaden las hebras de azafrán.
A este punto, se añade un vasito de vino blanco, se remueve con la cuchara hasta que se evapore.
Ya se puede añadir el caldo bien caliente, poco a poco, hasta tapar el arroz.
El secreto es seguir removiendo de vez en cuando el arroz y dejar que se haga a fuego muy lento, añadiendo caldo a medida que se va hinchando el arroz. Así durante 20 minutos aproximadamente.
Cuando el arroz esté hecho, se espolvorea con un buen puñado de parmesano rallado y ¡a comer!

1 comentario:

  1. Qué risotto más interesante, tiene una pintaza! y además es perfecto para aprovechar restos de nevera, que es lo que me gusta a mí, jajaja. Me ha gustado mucho tu blog.Muy bien

    ResponderEliminar