27/3/10

Tarta: crostata de mermelada

La de hoy es la receta de una tarta muy muy típica en Italia. Se suele comer en el desayuno, mojándola en un tazón de leche, o también para la merienda. Se puede preparar en casa o comprar ya hecha. Las hacen a nivel industrial, y se pueden comprar en cualquier supermercado (son bastante buenas las de la marca Mulino Bianco), pero las mejores son sin duda las de panadería (son muy fáciles de encontrar en todos lados y las suelen vender enteras o a trozos).
Mi crostata favorita es la de mermelada (suele ser de albaricoque o ciruela), pero a veces se hace también con chocolate, especialmente con Nutella (que los italianos consideramos ¡infinitamente mejor que la Nocilla!... es el debate de siempre: ¿cuál de las dos es mejor? Si se le pregunta a un italiano, no hay dudas: ¡la Nutella! Pero ya se sabe, para gustos, colores.).
Para la preparación, hay que calcular alrededor de media hora para mezclar y amasar los ingredientes y luego unos 45 minutos de horno.
Los ingredientes (para una tarta muy grande, se pueden reducir proporcionalmente):
- 8 00 gr de harina
- 200 gr de mantequilla o margarina
- medio kilo de azúcar
- 5 huevos
- la piel rallada de un limón y la de una naranja
- el zumo de medio limón y de media naranja
- 2 sobres de levadura
- mermelada o chocolate para untar
Cómo se prepara:
Lo primero es mezclar todos los ingredientes.
No hace falta hacerlo siguiendo un orden especial: se echa todo en un bol grande y se mezcla con una cuchara de madera.
Eso sí, la masa suele ser muy pringosa al principio, pero es normal. A medida que se va amasando se queda cada vez más ligada y menos pringosa.
Se tiene que conseguir una masa muy parecida a la del pan o de la pizza. Si es demasiado pringosa y se nos pega mucho a las manos, basta con añadir poco a poco un pelín más de harina (sin pasarse).
Cuando esté bien amasada, se coge una bandeja para horno y se unta con mantequilla. Después se pone dentro la masa y se extiende con las manos, hasta cubrir toda la superficie. PERO: es importante guardar un trocito de masa, para la decoración (basta con un trozo pequeño, digamos que un sexto del total).
Cuando está bien extendida, se unta la masa con mermelada o con chocolate. No hace falta poner mucho, una capa fina es suficiente, pero eso depende bastante de los gustos de cada cual. Por cierto, mi favorita es la de ciruela.
Luego, con la masa que teníamos apartada, formamos unas tiras y las vamos colocando encima, como en la foto.
No hace falta que sean todas iguales, porque en todo caso luego en el horno se van ensanchando con el calor.
Se pone todo al horno (precalentado) a 150º durante media hora y luego se sube a 170º durante 15 minutos más.
Ya está ¡la crostata está lista!
Ya veréis que se nota mucho el aroma del limón y de la naranja y que es una tarta bastante consistente. Lo bueno es que se conserva muy bien durante bastantes días. Yo la suelo dejar en la misma bandeja y la tapo con papel de aluminio.
Un truco útil: cuando ralléis el limón y la naranja, no ralléis la parte blanca, es decir, limitaros a rallar lo amarillo y lo naranja, que es lo que le da sabor.

1 comentario:

  1. Esta me la apunto,debe de saber muy bien.Yo tambien prefiero la nutella,aunque no sea italiana.

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